la Jiménez Luqué Queipo de Llan, Pliego de Córdoba, 2 Septiembre 1962 Depósito Legal. CO. 15 -1958 9 Avra,9 Ced aWitrUi CQQ /7440 3Or g7ttd100 Número 518-19 9 leteva, Duermen en tranquilos rinco- nes de la mente, los recuerdos hasta que un buen día, con vari- ta mágica, como las hadas, la memoria los despierta y la ima- ginación, vistiéndolos de vivos colores, los vuelve a nosotros. No quiero vivir de los rucuer- dos porque es sentirse un poco muerto para el presente; algo así como quienes viven de sus ren- tas, sin movililizar sus disponibi- lidades para abrir nuevas fuen- tes de riqueza. Me gusta la vida activa y viva de cada día, crean- do, haciendo, que esto es vivir. Lo otro es muerte y acabamiento. Los diversos acontecimientos resucitan determinado tipo de recuerdos: Una fiesta familiar, aquellos de nuestra primera edad; una gira con unos amigos, cuantos se mueven en y por la amistad. No en vano la asocia- ción es factor interesante en ello. La feria nos trae un torbellino de recuerdos gratos casi siempre, por aquello que dijera el poeta de cualquier tiempo pasado. Luces, bailes, paseos, cucañas, niñez y juventud, caprichos e ilu- siones que se pintan de colorines y nos asaltan, proyectándose en tantas fiestas ya pasadas, coda una de las cuales nos pareció maravillosa. Y dando vueltas a ésta de 1962, quiero recordar que, apenas ha- bía cumplido los once años y ter- minado el curso con feliz bri- llantez, me encontraba obsesio- nado por tener una bicicleta. A mi no me era útil para nada la evict 14t) I I " lit) wa t., máquina, pero así somos de an- tojadizos. Andaba convenciendo al au- tor de mis días, con el fuerte ar- gumento de mis buenas notas, al mismo tiempo que, por la bon- dad de los amigos, iba apren- diendo, difícil facilidad, a con- ducirla. La feria en mi pueblo natal se celebra en los calurosísimos días de Agosto, y coincidió ésta que comento con una ola de asfixia como la que hemos sufrido este año por esos días en nuestra ciu- dad; claro que el calor era ma- yor allí porque mi pueblo no tie- ne la altura de Priego ni su abun- dancia de agua. Logré que un amigo me pres- tara su Areli de paseo para el segundo día de aquella feria, 15 de Agosto, saliendo responsable —cómo se fiaban de mi—de los desperfectos que pudiera ocasio- nar mi exhibición. Es lo cierto que, a buena hora, son lanzado en mi artefacto me- cánico por los caminos y sendas del Señor. Una y otra hora y otra más al sol de justicia de Agosto hasta el momento en que me comprometí a devolver la máquina. ¡Tres o cuatro horas de sol, a 36 grados por lo menos, sobre mi pobre testa de once años! Devolví la bicicleta a la que faltaban dos o tres radios, con- secuencia de una estúpida lan- zada sobre una alcantarilla pro- funda que me atrajo con espe- cial atracción. Aquel niño... sintió fuerte do- lor de cabeza, ardían sus manos y sus sienes y se sentía morir. Mi padre preguntaba y pre- guntaba qué podría haber ocu- rrido. Yo continuaba febril y muerto pero no consiguió de mí a pesar de sus cariñosos deman- das la explicación de aquella pronta y antipática enfermedad: una insolación de muerte causa- da por mi afición de devorar ki- lómetros, pedaleando. Estropeé la feria de los míos, até a mi padre al desvelo de quien sufría, fuí causa del re- cuerdo de una feria dolorosa, pero... no dije nada de lo su- cedido. Pasaron los días. No cumpli con el compromiso contraido y como castigo de Dios—alguien dijo después lo sucedido a mi padre—no tuve jamás una bi- cicleta. Y hoy, aún me duele en un tro- cito del alma, el haber faltado a la lealtad y al amor que debí siempre a mi padre ocultándole aquella verdad. Pero supongo que él que tan complaciente y tan bueno fué conmigo, me perdonaría aquel pecadillo de mis pocos años. Yhaftuel 1/11anciaza
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la Jiménez LuquéQueipo de Llan,
Pliego de Córdoba, 2 Septiembre 1962Depósito Legal. CO. 15 -1958
9 Avra,9 Ced aWitrUi CQQ /7440
3Org7ttd100 Número 518-19
9leteva,Duermen en tranquilos rinco-
nes de la mente, los recuerdoshasta que un buen día, con vari-ta mágica, como las hadas, lamemoria los despierta y la ima-ginación, vistiéndolos de vivoscolores, los vuelve a nosotros.
No quiero vivir de los rucuer-dos porque es sentirse un pocomuerto para el presente; algo asícomo quienes viven de sus ren-tas, sin movililizar sus disponibi-lidades para abrir nuevas fuen-tes de riqueza. Me gusta la vidaactiva y viva de cada día, crean-do, haciendo, que esto es vivir.Lo otro es muerte y acabamiento.
Los diversos acontecimientosresucitan determinado tipo derecuerdos: Una fiesta familiar,aquellos de nuestra primeraedad; una gira con unos amigos,cuantos se mueven en y por laamistad. No en vano la asocia-ción es factor interesante en ello.
La feria nos trae un torbellinode recuerdos gratos casi siempre,por aquello que dijera el poetade cualquier tiempo pasado.
Luces, bailes, paseos, cucañas,niñez y juventud, caprichos e ilu-siones que se pintan de colorinesy nos asaltan, proyectándose entantas fiestas ya pasadas, codauna de las cuales nos pareciómaravillosa.
Y dando vueltas a ésta de 1962,quiero recordar que, apenas ha-bía cumplido los once años y ter-minado el curso con feliz bri-llantez, me encontraba obsesio-nado por tener una bicicleta. Ami no me era útil para nada la
evict14t)
II" lit) wat.,
máquina, pero así somos de an-tojadizos.
Andaba convenciendo al au-tor de mis días, con el fuerte ar-gumento de mis buenas notas, almismo tiempo que, por la bon-dad de los amigos, iba apren-diendo, difícil facilidad, a con-ducirla.
La feria en mi pueblo natal secelebra en los calurosísimos díasde Agosto, y coincidió ésta quecomento con una ola de asfixiacomo la que hemos sufrido esteaño por esos días en nuestra ciu-dad; claro que el calor era ma-yor allí porque mi pueblo no tie-ne la altura de Priego ni su abun-dancia de agua.
Logré que un amigo me pres-tara su Areli de paseo para elsegundo día de aquella feria, 15de Agosto, saliendo responsable—cómo se fiaban de mi—de losdesperfectos que pudiera ocasio-nar mi exhibición.
Es lo cierto que, a buena hora,son lanzado en mi artefacto me-cánico por los caminos y sendasdel Señor.
Una y otra hora y otra más alsol de justicia de Agosto hasta el
momento en que me comprometía devolver la máquina.
¡Tres o cuatro horas de sol, a36 grados por lo menos, sobremi pobre testa de once años!
Devolví la bicicleta a la quefaltaban dos o tres radios, con-secuencia de una estúpida lan-zada sobre una alcantarilla pro-funda que me atrajo con espe-cial atracción.
Aquel niño... sintió fuerte do-lor de cabeza, ardían sus manosy sus sienes y se sentía morir.
Mi padre preguntaba y pre-guntaba qué podría haber ocu-rrido. Yo continuaba febril ymuerto pero no consiguió de mía pesar de sus cariñosos deman-das la explicación de aquellapronta y antipática enfermedad:una insolación de muerte causa-da por mi afición de devorar ki-lómetros, pedaleando.
Estropeé la feria de los míos,até a mi padre al desvelo dequien sufría, fuí causa del re-cuerdo de una feria dolorosa,pero... no dije nada de lo su-cedido.
Pasaron los días. No cumplicon el compromiso contraido ycomo castigo de Dios—alguiendijo después lo sucedido a mipadre—no tuve jamás una bi-cicleta.
Y hoy, aún me duele en un tro-cito del alma, el haber faltado ala lealtad y al amor que debísiempre a mi padre ocultándoleaquella verdad.
Pero supongo que él que tancomplaciente y tan bueno fuéconmigo, me perdonaría aquelpecadillo de mis pocos años.
Yhaftuel 1/11anciaza
A nuestros lectores
En atención a la Feria yFiestas de la ciudad este nú.mero consta de 16 páginas y,no se publicará ADARVEhasta el domingo, cl,a 16 deSeptiembre.
SelidiDSCSI•MIRia.1011.1310011.41.1
Solemnes fiestas en honor de titra.Seilora
la Virgen de la llorera
Durante los días 7 al 16 de Septiembre
Días 7 al 15; a las 8-30 de la tarde,novena en honor de Nuestra Señora laVirgen de la Aurora.
A continuación la típica y tradicionalRifa de moñas y nardos, con elevaciónde globos y fantoches y disparo débombas japonesas, siendo amenizadapor el conjunto de pulso y púa de estaHermandad.
Día 15; a las 11 30 de la noche, sali-da de los Hermanos de la Aurora querecorrerán las calles de nuestra Ciu-dad.
Día 16; a las 9 de la mañana alegrediana, por la Banda Municipal de Mú-sica. -
A las 11, Solemne función religiosay Comunión General.
A las 8 en punto, salida triunfal denuestra excelsa titular la Virgen de laAurora que acompañada de los Herma-nos, Banda de Música y devotos, reco-rrerá el itinerario de costumbre.
Al final de la misma, se celebrará laRifa de los regalos donados a la Vir-gen y a su terminación, se quemaráuna bonita colección de Fuegos Arti-ficiales.
Priego, Septiembre 1962.
flEflMflhDflD DE MENORESBOLETIN INFORMATIVO
C-1 Campaña 1962Se recuerda una vez más a todos los
cultivadores del término, que el día 10de septiembre finaliza la declaracióndel 2.° tiempo del C 1 (Cosechas obte-nidas); transcurrido dicho plazo y se-gún lo ordenado se remitirán al Ser-vicio Nacional del Trigo lista de todosaquellos que no la hubieren efectuado,cuyo Organismo po irá impone-1e lasanción correspondiente por esta ano-malía.
Abonos para la sementerapróxima
La Cámara Oficial Sindical Agrariaen oficio-circular número 83 62, comu-nica a esta Hermandad para que se ledé la máxima publicidad, que el plazode presentación de instancias solici-tando abonos del Servicio Nacionaldel Trigo, terminará el día 31 de octu-bre próximo.
La Sociedad al habla
ViajerosHa permanecido unos días en casa
de sus padres, los Sres. de Muñoz Cas-tillo (D. Paulino) regresando nuevamente a Barcelona, nuestro virtuosopaisano y culto Doctor en Filosofía yLetras Rvdo. Sr. D. José Muñoz Velasco.
De Barcelona D.° Francisca Pomarviuda de Maristany, D. Maribel Maris-tany de Manche e hijos y Don AntonioGámiz Mcristany.
BautizoAnteayer fué solemnemente bautiza-
da en la iglesia parroquia l de NuestraSeñora de las Mercedes la hermosaniña, que, como primer fruto de su ma-trimonio, diera a luz el pasado día 28,D.° Aurora Muñoz Velasco, esposa denuestro amigo D. Francisco MoralesMendoza.
Administró el santo sacramento, de-rramando sobre la cabeza de la pe-queña las regeneradoras aguas delJordán, el Rvdo. Sr. y Doctor en Filo-sofía D. José Muñoz Velasco, tío dela nueva cristiana, a la que impuso elnombre de Anabel.
Damos nuestra enhorabuena tanto alos padres de la niña como a sus abue-los, nuestros queridos amigos D. Pau-lino Muñoz Castillo, D.° Aurora Velas-co Alvarez y D. Antonio Morales Del-gado.
NECROLÓGICAS
O. Manuel Madrid fillaillamoraEn Cádiz, donde residía, se sintió re-
pentinamente indispuesto, falleciendounas horas después, el pasado día 19,nuestro querido paisano D. Manuel
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Madrid Alcalá Zamora,conforiado conlos auxilios de nuestra Santa Madrela Iglesia.
Muy estimado en la sociedad gadi-tana y en la nuestra, su muerte ha sidoen ambas ciudades muy sentida.
Paz a su alma y reciban el pésamede ADARVE la familia e íntimos delextinto, especialmente la Sra. ViudaD.° Adoración Sánchez Carrillo, hijasSrta. María Jesús y D.° Gloria, hijo po-lítico D Blas Tiznes Fernández, nietos,hermanas, hermanos políticos, primospolíticos y sobrinos.
MfZW~I'ffrffa
gatem ,pte tilict u
En honor de la Beata Teresa de Je-sús Jornet e lbars, Fundadora de laCongregación de las Hermanitas de losAncianos Desamparados, tendrá lugarun Solemne Tríduo en le Iglesia delAsilo, «Fundación Arjona-Velera», enlos días 5, 6 y 7 de Septiembre, dandocomienzo a las 8 de -la tarde, con Ex-posición de S. 0. M., Estación, Rosarioy sermón. El 7, a las 8 de la mañana,Solemne Misa cantada,con panegírico,dándose a besar a continuación la re-liquia de la Beata.
Los sermones estarán a cargo del Re-verendo Padre Luís Martínez Guerra,C. M. F.
El canto será interpretado por el nu-trido coro de seminaristas.
lomo cambian los 1 vlYo recuerdo que en mis tiempos no
podíamos formar en los bares esas ter-tulias tan agradables que se estilan en-tre las jovencitas do nuestros dios, di-cen las mamás de hoy...
Antes, no hace muchos años, el com-plemento de lo buena educación deseñorita eran las que se llamaban cla-ses de adorno, sín ningun fin utilitario.
Hoy en medio de la frivolidad, másaparente que real, nuestra juventud fe-menina con una gran sensatez, piensaque puede ser un eficaz colaboradoren los negocios de la familia y paraello se preocupa de adquirir una pre-paración adecuada.
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Domingo Barba Jiménez
Sepbre. ie 1162 ADARVE Pág. 3
Escribo esto, cuando ya he termina-do el trabajo del día. Es de noche; ypor mi ventana abierta, se cuelan lasestrellas. mezcladas con las últimasvoces de los muchachos que se alejan.
Esta tarde he visitado a un hombre,joven todavía. Tiene la silicosis. Suspulmones se han vuelto de piedra enel fondo de la mina. Apenas si puederespirar. Su esposa y sus hijas, tienenque sacarlo a la calle porque se as-fixia, dentro de su habitación.
La casa tiene apenas, dos espaciosmás, apuntalados con unas vigas agu-jereadas de polilla. -
Me ha ido contando toda su vida,dificil, dura, llena siempre de peligros.¿Quién dijo que el minero no creía enDios? Este hombre tiene una fe grande.Se ha encontrado muchas veces con elrostro dolorido de Dios, al fondo delas galerías. Y ahora se arroja, confia-do, en sus manos, sabiéndolas urdido-ras de la muerte y de la vida.
Cuando volvía a casa, pensando enesta vida que se apaga, me encontrécon Paco.
Paco es un muchacho de unos diez yseis años. Empezó a venir el año pa-sado por la Parroquia, cuando comen-zaron los primeros intentos de conver-tir dos torrenteras en un campo de fut-bol, junto a la iglesia.
Luego, dejó de venir y apenas si lehabía visto por la calle alguna vez. Undomingo, recuerdo haberle reprendidoporque ya no iba nunca a Misa. Hoyme ha contado cómo tuvo que variarde oficio. Está en un taller de herrería.
—No tiene uno tiempo pa na, D. JoséLos domingos, aunque no le obligan
a trabajar, se le pone mala cara si al-guno falta y se le niegan las horas ex-traordinarias durante la semana.
No llegan a doscientas pesetas loque gana cada una de estas semanas yestá todo el día machacando hierrosobre el yunque.
Ya le advirtieron que allí ganaríapoco y que era libre de quedarse o deirse a otro sitio.. —¿A donde vas a ir si te marchas de
ahí. con lo mal que anda ahora el tra-bajo?—le dijo su madre.
Su madre es viuda y tiene a su cargo, cuatro hermanos más pequeños que él.
Lo que más me admira de Paco essaber de sus labios que, a pesar detantas arbitrariedades, no siente odio.El comprende que el odio es un tristevicio, propio tan sólo de los que sonincapaces de amar...
Cuando me dejó a la puerta de laParroquia me avergoncé al recordarcómo pude echarle en cara que no vi-niera a Misa. No debí reprenderle. De-bí enseñarle, con cariño, que ese Cris-'
to que muere, místicamente en el Altarencalleció un día sus manos para queel trabajo de Paco, a fuer de injusta-mente retribuido, tuviera ahora unmás alto sentido redentor.
Más tarde, en casa, me esperabanvarias parejas de novios que asisten aunas charlas de formación prematri-monial. Ilusionados, alegres, ante laspuertas que se abren veladas y miste-riosas delante de ellos, hablamos delMatrimonio como camino de santifica-ción; la espléndida realidad del amorde Cristo a su Iglesia ha quedado re-flejado, en la tierra, en el amor que setienen los esposos. Asi es de grande es-te Sacramento.
Escuchaban atentos y en sus ojos bri-llaba una alegría nueva al descubrirla profundidad del Matrimonio cristia-no.
Ahora al enlazar entre sí estas anéc-dotas, las últimas de este día para es-cribir a D. Angel, pienso en su vidacargada de luz. ¡Qué gran destino eldel sacerdote ir poniendo bálsamo entodas las heridas y luz en todos losrincones!
Vivir en medio del mundoSh1 desear sus placeresSer miembro de cada familiay no pertenecer a ninguna.Participar en todos los sufrimientosy penetrar todos los secretos.Enseñar y perdonar,consolar y bendecir siempre,¡Dios mio, qué vida!
¡Y es la tuya, oh sacerdote de Cristo!
Así escribía Lacordaire y yo lo medi-taba hoy al pensar en Don Angel.Ochenta años de vida y cincuenta desacerdocio, gastados en favor de losdemás, sin esperar más recompensaque Dios mismo. ¿No es ésta demasia-da aventura para encerrarla en unaslíneas?
Hay una palabra, sin embargo, re-petida muchas veces por D. Angel yque puede explicar el misterio que su-pone una vida así: EL AMOR.
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El ha dicho, una y otra vez, que lavocación es amor y que quien no sepaamar no sabe tampoco ser sacerdote.
Y es verdad. Cincuenta años, día adía, llevo D. Angel dando al mundolección de amor. Cincuenta años, gotaa gota estrujando su vida en unaofrenda contínua por los hombres.
Gracias, D. Angel. ¡Por todo! Portantas cosas, como Vd. y yo sabemos.Y por esto, también. Por su lección deamor.
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Valverde 100D. Federico Martín Valverde 25D.° M.° del Carmen Martín Val-
.. ., verde D José Tomás Martín Valverde s Rafael id. id.
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» Amelia id. id.» Margarita id. id.» Paulina id. id.» Mary Sol id. Id.
id. id.» PilarD. José Tomás Valverde de Diego» Agustín id. id.» Alvaro id. id.» Rafael id. id.
D.° M.° Calmen id. id.D. Carlos Valverde Abril...» Luís id. id.D.° Maria José id. id.D. Rafael id. id.» José Tomás id. id.» Luis Fernando Valverde García» José María id. id.
Srta. Amelia Valverde Castilla..» Antonia id. id.
D. Felipe Camacho Matitla D.° Carmen Córdoba Pérez D. Manuel id. id.» Félix id. id.
Suma y sigue 14 664
Entre la pléyade de hombres ilustresque en todas las épocas y órdenes dela vida ha producido la hermosa e in-dustriosa Ciudad de Priego de Córdo-ba, se encuentra el célebre escultorD. JOSÉ. ALVAREZ Y CUBERO, au-tor, entre otras muchas obras, de lagran Fuente del Rey de su pueblo na-tal,célebre además por sus numerososcaños.
Mucho mejor que lo que nosotrospudiéramos decir de tan ilustre perso-naje prieguense, lo dice el Diccionariode Roque Barcia, en el que, por otraparte, siempre que lo hojeamos encon-tramos cosas curiosísimas, y que en suApéndice, página 714, dice de él lo quesigue:
«ALVAREZ Y CUBERO» (José).-Célebre escultor español, que nació enPriego en 1.768 y murió en 1.827. Ob-tuvo el premio de Medalla de Oro,ofrecido por el Instituto de Francia,por haber presentado una hermosa es-tatua de » Ganímedes» y fué premiadosegunda vez por Napoleón Durantesu estancia en Roma ejecuté varias
obras y al regreso a España fué nom-brado por el Rey primer escultor decámara y recibió el encargo de for-mar la galería de escultura. Sus prin-cipales obras son un grupo de numan-
tinos; bojos relieves en Roma; Cupidoen un cisne; estatua de !a Reina MaríaLuisa y la magnífica fuente de Neptu-no, llamada vulgarmente del Rey enPriego, su patria».
Como puede muy bien verse, por lafecha de su nacimiento, se aproximala lecha del II Centenario de ella ypara cuando llegue tan señalada efe-mérides prieguense, proponernos que,entre los actos de que conste la glo-riosa conmemoración, se le erija unmonumento dentro del recinto dondese encuentra la famosa Fuente del ReyNeptuno, que tanta fama y renombrele ha dado y le dé a la simpática ciu-dad cordobesa y que hoy se utilizacomo bellísimo marco para la celebra-ción de los festivales de España, yatan arraigados en ella.
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Comienza la primera crónica —refe-rente a la representación de «Eloisaestá debajo de un almendro» por laCompañía del Teatro Nacional MaríaGuerrero de Madrid— señalando lasignificación de Jardiel Poncela en elteatro español contemporáneo, alu-diendo a sus valores de humor y dehumanidad, para decir después: «Des-de el punto de vista interpretativo, Eloi-sa etc., no es obra de protagonistas,sino de tipos que muy equilibrados en-tre si (aunque desequilibrados en sí mis-mos) ponen a prueba la eficacia de unconjunto y, en función de ella, la capa-cidad de un director; desde el dificil yconcurrido prólogo, nos percatamos delo que es capaz de desarrollar JoséLuís Alonso, consiguiendo con ello losmejores efectos en las actuaciones in-dividuales y situaciones colectivas; no-tamos, sin embargo, algunos momen-tos poco convincentes en Irene Daina,susceptibles de cierta corrección —porque no creemos le falte talento para elgénero— a fin de que su labor comodama no desmerezco de las demás; porel contrario, Rosario y Margarita Gar-cía Ortega, Antonio Ferrandis, OlgaPeiró, José Vivó, Ana María Vidal, Vic-tor Gabirondo, Alfredo Landa y EmilioLaguna, —éstos aplaudidos en un mutiscomo pudieron serlos todos— recrea-ron, con el acierto que corresponde asu experiencia y buen arte, los perso-najes fundamentales, muy bien repar-tidos entre ellos, mientras José Luis Lespe hizo un galán correcto pero defi-ciente de inspiración».
Cita después a las segundas partesde la Compañía y termina establecien-do el contraste entre los decoradosempleados y la hermosura de la Fuentedel Rey.
Respecto a «El anzuelo de Fenisa» deLope de Vega, y tras señalar los defec-los —línea argumenta! ingénua y es-tructura reiterativa de lances y situaciones— y los virtudes —pensamientoprofundo, trazado de tipos, versifica-ción fácil, riqueza de lenguaje— de lascomedias de enredo de los genios clá-sicos, enjuicia así la labor de los intér-pretes: «La nov :dad en el cuadro inter-pretativo residía en la presentación deGabriel Llopart, el excelente y ponde-rado primer actor que, fiel a sus bienprobadas cualidades, hizo un Lucindocentrado con precisión entre el énfasis
y la inexpresividad; frente a él OlgaPeiró supo encarnar a Fenisa con toda,absolutamente toda la graciosa picar-día —que es mucha— del personaje, yresumimos nuestro concepto en la afir-mación de que sería arduo empeñoencontrar pareja mejor adecuada a lasexigencias de ambos protagonistas; asímismo repitieron su encomiable traba-jo de la víspera los restantes cctoresdel conjunto» redondeando el concepto final de equilibrio y homogeneidadque se advierte bajo la dirección deJosé Luís Alonso.
Por lo que toca al ciclo de zarzuela,he aquí los párrafos sustantivos refe-rentes-a las actuaciones de la Compa-ñía Lírica de Francisco Kraus en «LuisaFernanda» d e Romero, FernándezShow y Moreno Torroba:
«En cuanto a interpretación, el ma-yor interés reside, como siempre y talvez más por el número de ellos y laequivalencia de sus respectivos come-tidos, en la actuación de los protago-nistas, el cuarteto de figuras principa-les que soporta los periodos más inten-sos de la acción teatral y las páginasfundamentales de la partitura: dos so-pranos, un tenor y un barítono; en estaocasión Amparo Azcón, dramática devoz y de temperamento, estupenda co-mo cantante y como actriz, hizo unade las mejores «Luisas Fernandas» quehemos conocido y, ya a duras penas,recordamos; en el mismo plano y conidénticos méritos en la variante líricaque le pertenece, se desenvolvió An-gelines Alvarez, mientras el tenorEduardo Bermúdez cumplió con las cc-racteristicas que corresponden a su vozcorrectamente timbrada y a su recien-te promoción a cometidos de esta res-ponsabilidad, afirmándose bastante enel curso del que le ha tocado esta vez.Y sin alterar el orden lógico que noshemos propuesto, hemos de hablar yade Francisco Kraus, titular de la Com-pañía y máximo atractivo de la misma«a priori» en función del apellido queostenta glorioso para la lírica españo-la contemporánea; esta circunstanciapuede ser para él un arma de dos fi-los, pero apenas aparece en escena ycanta un par de compases, queda em-botado »l que pudiera serle nocivo,para brillar solo y muy intensamenteel que le es propicio: una voz de barí-tono maravillosa, de ponderado volu-
men, y una escuela de cantante de ver-dadera selección que le permite jugaraquella con inquebrantable musicali-dad, completando su desenvoltura es-
cénica y su prestancia personal una fi-gura artística de primer orden que seimpone por sí misma y hace olvidarrápidamente toda referencia subjeti-va. Los triunfos de Francisco Kraus sonlegítimos, personales e intransferibles.»
En la crítica de «Katiusko» de Casti-llo, Alonso y Sorozábal, calificada de«pcstiche » de escaso interés zarzuelís-tico, aunque vistoso en lo teatral yagradable en lo musical, «Clarión» di-ce así: «La soprano Celia Longo, exce-lente de facultades y de dicción, repre-sentó y cantó muy bien, siendo copar-tícipes del reparto el tenor José RamónOrozco, que tiene una voz sensacionalcon potentes agudos de impresionante
pureza, pero que no consigue acom-pañarla con las demás cualidades im-prescindibles para un cantante lírico, yel barítono Ricardo Royo Villanova,del que hemos de decir precisamentelo contrario: sabe cantar y expresar,pera la voz en general y salvo en de-
terminados momentos de franca aper-tura, no vibra lo conveniente, sonandoa veces decidinmente opaca; ambosartistas son jóvenes y pueden corregir-se de estas limitaciones para derivarresueltamente hacía el éxito que mere-cen». Nombra después con elogio alos demás elementos de la Compañíay, tras adjudicar el éxito de los Festi-vales al Excmo. Ayuntamiento de Prie-
go y al Ministerio de Información y Tu-rismo, termina el cronista con la si-guiente referencia al homenaje a nues-tro paisano, destacado miembro delelenco: «El tenor Luís Alvarez, que can-tó muy bien la parte del Saboyano de«Luisa Fernanda» entre los aplausos de
sus paisanos, ha sido objeto del home•naje de éstos y de sus compañeros deformación artística, que interpretaronen su honor un fin de fiesta compuestoasí: Francisco Kraus cantó la romanzade «La Calesera» de Alonso; AmparoAzcón y Fina Gessa el dúo de A
y Rosaura de «Los Gavilanes» de Gue-rrero; José Ramón Orozco y AngelinesAlvarez, las respectivas romanzas detenor y de soprano de «La taberneradel puerto» de Sorozábal y, finalmen-te, el agasajado, en una muestra muyadecuada a sus verdaderas cualidadesartísticas, la salida de Juan, también
de «Los gavilanes», siéndole destinadopor el público, a lleno absoluto del lo-cal, la última ovación de las muchas ymuy clamorosas que han sonado en laFuente del Rey durante estas brillantesjornadas líricas, bien asistidas de luz,sonido y vestuario, pero perfectiblesen los decorados, aun dentro de la so-briedad que impone el escenarioabierto».
los festivales de hollo MI la Moto del by
El escritor y académico de Córdoba don Francisco Melguizo Fer-nández, que firma sus trabajos de crítica musical con el seudónimo de
«. Clarión», tan conocido y estimado en nuestra ciudad, ha asistido unavez más, expresamente invitado por nuestro director, a los Festi-vales celebrados en Priego, publicando en el diario «Córdoba» exten-sas e interesantes crónicas sobre los mismos, cuyo extracto, en la im-posibilidad de reproducirlas integramente, ofrecemos a nuestros lecto-res como la más objetiva e independiente información de todas y cada
una de las sesiones.
MURMULLOS FERIALESRecogemos este simpático poema que publicó el
vario «Patria Chica» en su número extraordinarioFeria de 1915.
PM, 8
ADARVE
2 de Sephre. de 1162
Del viejo periodismo local
Yá el famoso lucentinocargado de cobre fino,se pasa tarde y mañanamaldiciendo su destinoy agitando su campana.
Y sin llenar los bolsillosporque el velón no se vendeel pobre se las entiendecon un tropel de chiquillosque le apostrofa y ofende.
Fingen tener grande penae hincándose de rodillascuando yá el cobre no suenapreguntan mil vocee:filas:«tío ¿quién ha muerto en Lua
(cena?».Yá el sórdido recobero
vá con su enorme sombreroprovisto de larga cañapidiendo parte de Españapor un pavillo mosquero.
La taimada cortijeraluce la gorda collerafruto de sus devaneospor la que tomar quisierasus limpioa cuatro amadeos.
Y el miserable juglaren el mesón atestadolimpia y rezurce su ajuarroto yá y deterioradopor el largo caminar.
sema-de la
El confitero ambulantecon su mesa por delantecombina bien los telonespara que el sol no quebrantela costra de los turrones.
En la barraca el payasomientras la payasa ronca,trata de evitar el casode que por cualquier fracasoel público le arme bronca.
Los astutos tomadoresde los antros moradoresprepárense a la combinade quitar a los señorescartera o alhaja fina.
El tiznado caldererorepicando en la perolaatolondra al mundo enterohalagándole una solaidea— la del dinero.
La vieja llena de achaquesy herpéticas las naricesvá pregonando almanaques,voladores, tíos panzaquesy jaulas para perdices.
Y la mordaz buñoleraenvuelve su cabelleraentre multitud de floresde abigarrados coloresde tela mixta en estera.
El semítico gitanocon larga vara en la manoy su proverbial ceceopondera un potro alazanoa un señorito muy feo.
Más viendo que no hace tratoal fin con el señoritole propina este relato:«Zí es zú mercé jasta chatoy con ojos de cabrito.
Premita un Divé zerióque antes e la nochi-güenale dé a su mercé un dolóque le errita la caenay que le pare el reló.
Que su señora dé a lúcuatro niños d'una véque los crie con zalúy le jagan una crúpor debajo de la nué».
La multitud ambulanteescucha el pregón tonantedel hombre de la barracaen cuya oración destacael «Señores adelante».
«A ver la fiera infernalcogida allá en el desiertotrar de rudo batallar»y el público encuentra un malleopardíllo medio muerto.
La sonámbula, el gigante,la señorita sin brazos.la camella, el elefante,la serpiente horripilante»y vengan campanillazos.
El tío de los -caballitosembeleso de los chicosy gloría de las niñerasse embolsa en las faltriquerassus sendereados picos.
Y por toda la Ciudadalgún ciego sin calzonescon gran naturalidadexplica la atrocidadpintada en sus cartelones.
« El vil que ha matado a sieteexcluyendo a su mujer;en la Ciudad de Alcaudetela guaidía Civil le meteen la cárcel por cruel».
« El Sereno toca el pitocuando el crimen descubrióy su mujer al malditoal punto le replicó:¡Que cosas tienes Fra squito!»
Perdona lector queridosi un rato no he conseguidodarte la satisfacción;ya sabes que mi intenciónsolo de dártela ha sido.
Si tu razón no se explicapoeta tan tosco y huerceen esta edición tan rica,le pides a « Patria Chica»,que te devuelva el dinero.
t dIkicmeto accetl'que2
RECUERDOS DE AYER ..
Át ss • 6sAtmeta 7-etia
2 de Sephre. de 1152 ADARVE Pág. 9
Hay quien dice que los- díasanteriores de la Feria, son inclu-so mejores que los de la mismaFeria, porque tienen la emociónde lo que se espera con ansia dede año tras año.
Y estos días traen el reencuen-tro, con la Feria y con Priego delos que lejos de él, viven soñan-do con su pueblo al que amany sienten aún cuando la distan-cia sea larga.
Los coches, en estos finales deagosto llegan abarrotados, deviejos y nuevos, de hijos de Prie-go nacidos fuera, pues son suspadres eternamente prieguensesy aunque hayan tenido descen-dencia, en otras tierras, conside-ran a sus niños como unos veci-nos más qne van a gozar en es-tos días de toda la alegría demuestra Feria.
Pero este reencuentro anualcon la Feria, es también un reen-cuentro con Priego, que muestrasu avance,, en obras y servicios,en locales y casas, en progreso ybienestar, para sentirse orgullo-so ante quienes nos visitan.
Y estos visitantes son en su ma-yoría, auténticos prie g uenses queacaso ya olvidamos sus rostros oque curtidos por el trabajo enve-jecieron como envejecieron losdemás.
Pero vieren con ellos sus mu-jeres, de las más diversas tierrasde España, que van a ver porsus ojos, lo que sus maridos lecontaron en cuitas de amor, enla noche estrellada o ante la co-pa del vino de la tierra.
Y le muestran, la Fuente del
Rey, el Adarve, la Villa, la nuevaplaza del Palenque, que surgió
tras el derribo del Teatro Princi-pal por Juan Soldado, para quelos «cachuchos» de feria, tengan
lugar amplio, en estos días dejolgorio, y le enseñan muchas ymás cosas, que ellas conocíanpor tarjetas y postales, por rela-tos llenos de calor, por imagina-
.clanes fervientes de un prieguis-mo íntimo y fervoroso.
La recuerdo perfectarnante. No teníaapenas seis años cuando a la caída deuna calurosa tarde de Septiembre, re-cibía la orden de montar en un menu-dito, pero brioso jumento, cantaor ato postín, como comprobaría despuésen el trayecto, para unirnos a una ale-gre y vistosa caravana, compuesta demagníficos potros, de pura raza,—se-gún oía decir—y de excelentes y bellasparejas mulares que serían «lo mejorde la feria».
La carretera que nos conducía aPriego era un constante afluente depersonas labriegas procedentes de cor-fijadas y pueblos de la región quearrastraban tras si, toda clase de ga-nado en busca de favorables transac-ciones. Durante el camino, a plena luz,nuevos y encantadores horizontes seabrían para mí: el ajetreo del ganado,
canciones lejanas, y el tintineo de las
recuas, etc., eran la pesadilla constan-te para mi progenitor ante tanta pre-
gunta. Pero llegó la noche... y el mu-
tismo por mi parte fué tranquilizadory contundente Solo cuando veía quemi pequeño automóvil empinaba las
orejas, pronunciaba silenciosas pala-bras que siempre tenían la misma res-
puesta: el «Bravío» va a cantar. Asíuna vez, otra, muchas...
Enpezando la madrugada, clara yalegre como unas castañuelas, hicimosalto en una pequeña llanura, donde elcaño tosco de una fuente apenas dabavasto para refrescar los estómagos delos animales. Yantamos a la ligera
La Feria llega, para todos, ycon mucha más emoción paralos hermanos nuestros que el des-tino los hizo vivir en otras ciuda-des, y por ello el reencuentroemocional de estos días poneuna nota típica, como un festejomás, pero de festejo sin progra-ma, ya que no puede tener pro-grama, el que los nuestros pro-longuen alrededor de unas co-pas y unas tapas, toda la nostal-gia de amor y de recuerdos, quetiene Priego, cada año, en estosdías de feria, que nos cita tantoa presentes como ausentes.
Bienvenido a la Feria, los quepor sí o por sangre sentís aPriego.
qalcía Yftaftéel
siendo sorprendidos y amenizados porun corro de zalameros gitanos que el
vino y el aguardiente matarratas esta-
ba haciendo sus efectos, según sus
mohines y dicharachos espectaculares.
Reanudado el viaje, el sueño fué en-
seguida dueño de mí hasta que en ple-
no ferial se hacia alto para acomodar-
se, observando gran concurrencia y
que muchísimos nos habían llevalo la
delantera.
Negros nubarrones, amenazante s,hablan cubierto el cielo... una camaimprovisada, en plena tierra, fué el le-cho durante poco rato, ya que las ade-lantadas nubecítas de otoño se vacia-ron en un santiamén para poco des-pués dar paso al sol refulgente que yaluciría sin obstáculo los días feriales..
Parejas a la grupa, bullicio, alegria,rango... ¡Que feria más señorial y pos-tinera la de Priego!
Tres cosas no olvidaria jamás al co-rrer de los años de esta jira septembri-na: el viaje, mi habitación en el ferialy el circo—concretamente personifica-do en los payasos—que dejarían hue-lla imborrable con sus múltiples chale-cos, sus clásicas bofetadas y su graciatitiritesca.
Al cabo de cuarenta y seis años mu-cho ha desaparecido o transformadoenormemente, pero lo que aún perdu-rará en las ferias es el sabor calé y las
tonterías de los payasos.
A. aaval
Peencuentta de la InTetia
Pág. lo 2 de Sephr g . de 1952
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2 de Sepbre. de IN2 ADARVE Pág.
Es para mí un honor volversobre este tema, que, ya, en unaocasión, motivó uno de misanteriores artículos: esta vez sedebe a una noticia que he reci-bido de la Hermandad deNuestra Señora de la Aurora.
Me anuncian que está enproyecto o trámite de realiza-ción, la edición de un disco mi-crosurco conteniendo los can-tares o coplas de los Hermanosde la Aurora, con su acompa-ñamiento musical, tal y comorecorren las calles de nuestraCiudad en las noches de lossábados.
Por tanto, con el mayor cari-ño, con el mayor entusiasmocon que deben acogerse todaslas iniciativas de esta Herman-dad,—institución única en elmundo,—y una de las peculia-ridades más emotivas que defi-nen la fisonomía religioso-sen-timental de Priego, deseo ha-ceros conocedores de este pro-yecto. Merece nuestro apoyo,nuestra ayuda moral y mate-rial.
Sé que la Hermandad no es-tá muy sobrada de recursos, es-tá haciendo un esfuerzo titáni-co para superar esta empresaque se ha propuesto.
L a Hermandad, prepa-rando la sorpresa, no había di-cho nada: con el mejor deseo,hoy la «delato».
Este disco, conteniendo lascoplas de los Hermanos, seríaun Embajador de Priego, nosolo en toda la Patria, sinotambién en el extranjero.
Será una parte de vida laten-te de Príego, recorrerá los ca-minos y llegará a lugares in-.sospechados. Donde quiera quehaya un prieguense, allí estarásu disco de los Hermanos de laAurora.
Y de la magia del microsur-co brotará la maravilla saba-tina de nuestra Ciudad.
Dice un cantar granadino:
«Quiero vivir en Granada,porque me gusta el oirla Campana de la Vela,cuando me voy a dormir».Hago alusión a esta copla,—
expresiva de todo un anhelopara el granadino—, porque dela misma forma podemos ex-presar los anhelos de todoaquel, que, siendo de Priego, las
circunstancias le mantienenalejado de nosotros.
El encantador hechizo deunas coplas, de una música,—para tí inolvidable—, te acerca-rá a tu Priego. Por ello convie-ne al disco el título de Emba-jador.
Y el milagro de la electróni-ca llevará a todos los rinconeslos cánticos de esta Herman=dad, tan antigua, barroca comosu iglesia.
No importa que estés enlas ardorosas tierras de Casti-lla, o en la verde y brumosaGalicia, bella región de nostal-gia; que transites por la castizay madrileña Gran Vía, sumidoen una vorágine de vehículos,luz y color. O descanses deltrabajo en la industrial Barce-lona. Con mayor razón, si teencuentras en el extranjero.
Siempre que Jo desees, con lasimple presión de un botón,tendrás el prodigio en tus ma-nos: Priego ante tí, y tú enPriego.
Volverán a tí los sábados detu tierra, incomparables. Sába-dos de Priego. Maravilla de ar-monías, luz y sombras. Nochesconsteladas de estrellas, patiosrumorosos, morunos, recoletos.
Cantan los Hermanos: can-tan a la Señora, cantan a laamada.
Volverás a sentirte en las es-trechas y vericuetas rúas de laVilla, moriscas, medievales.Sonar de guitarras, repiquetearde campanillas.
Y un aire aromado de jaz-mines y madreselvas te trans-portará a estas noches encan-tadas.
Como música de fondo. lacanción del agua; de ese aguaque nace bajo las frondas de unlugar único, la Fuente de laSalud, tan ligada también a la
Historia. El agua de Priego esmujer: y porque es mujer, tieneeste agua su alma. Y canta enel patio grande y en el jardínopulento. Canta y ríe en lascalles, fuentes y paseos. Cantatambién en los patios chiqui-tos, silenciosos, humildes. Besaalbahacas, jazmines, madresel-vas; se engalana de claveles.Después huye, discurre furtiva,se va, bulliciosa, saltarina, in-quieta. Por arroyos y arroyueelos, hacia el río, hasta el afluen-te, buscando el mar. Agua ves=tida de espuma, bañada de lu-na; como una novia. Agua quecanta, que ríe y que llora.
Canción de Príego: los Her.manos de la Aurora.
Canción del agua: cuna detelares, acompasado latir de al-mazaras, que, como un legen-dario Rey Midas, convierten enoro líquido los frutos del olivomilenario.
Debemos ayudar todos a es-te noble afán de la Hermandadde Ntra. Señora de la Aurora.Con nuestro apoyo, repito, mo-ral y material. Que la edicióndel disco sea una realidad. Séque encontrará una favorableacogida en todos los sectores.Proponed iniciativas, desde es=te balcén abierto al mundo, deADARVE. Que cada cual, ensu esfera oficial, social o prí=varia, ponga y aporte su gra ni.to de arena para llegar a un fe-liz éxito. Priego lo merece: tam-bién la Hermandad, y aún máslos que están ausentes.
Pasada la Feria, vendrán lasfiestas de la Aurora. Coopere-mos a un mayor esplendor.Inscribirse más Hermanos. Sívale mi opinión, considero irri-soria, ridícula la cuota anual,el llamado «cabo de año». Lostiempos han cambiado; la cuo0ta, no. Ní para un regular ape-ritivo.
¿Por ventura no lo merece laSeñora? ¿Y nuestra Ciudad?¿Dejaremos que languidezcanuestra más bella tradiciónmariana?
Porque, si me fuera lícito,parafraseando el cantar grana-dino, yo también diría:
«Quiero vivir en Priego,porque me gusta el oirlos Hermanos de la Aurora,cuando me voy a dormir».
lose fl.-lamora y R. de Peralta
Vuelven los Hermanos de la Aurora
Pág. 12 ADARVE 2 de Sepbre. de 1152
RECORDAMOS a los aspirantes a permisode conducción, el artículo 3.° de la Leyde 9 de Mayo de 1950 que dispone lo
•
siguiente:«El que condujere un vehículo de motor sin estar legalmente habilitado
para ello, será castigado con la pena de Arresto Mayor o multa de
Mil a Diez mil pesetas».
Advertimos
a los que se propongan aprender a conducir en vehículos particulares que
incurren en la anterior responsabilidad, de la que no les eximen el hecho
de ir acompañados por persona provista de Carnet.
Recomendamos
el aprendizaje en nuestra Academia, con vehículos acondicionados, pro-
vistos de doble mando y con profesor capacitado. Evitarán el riesgo de
multas, pues el Código de la Circulación considera como conductores de
nuestros vehículos al profesor a nuestro servicio, aún cuando sean los
alumnos los que prácticamente los llevan.
Garantizamos
la enseñanza, así como la obtención del correspondiente permiso de Con-
ducción, y por poco dinero evitamos se destrocen los coches particulares
y las responsabilidades de carácter civil o criminal en que, de otra forma
podrían incurrir.
No cabe duda
que a toda persona ahorrativa y con sentido de la responsabilidad, le
interesa aprender a conducir en
Priego de Córdoba ALCALA LA REALPaseo Generalísimo, 9
minada «El Cerro y las Cabañas• bajouna linde, con 92 fanegas, más de lamitad de olivos, en plena producción,y el reste tierra calma, con una cante-ra de yeso blanco insuperable y sendoscaseríos, amplísimo uno y menor elotro, ambos de dos plantas, sita en laAldea del Poleo.
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De tos maneras, sifiores,mí bolsa salió ganando,que pa comprá alfileresno mi, hubía queao, pagandola comía d' estas mujeres...
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RINCÓN POÉTICO..,
Donde llega el amorAl ilustre poeta gaditano Ignacio Rivera Po-
destá, con mi sincero y fraternal afecto.
Bello patio andaluzen nocturnal de gaya primavera.Noche de irisaciones y de luz...
La plata reverbera,en íntima quietud,sobre el fondo del jardín, que esperapareja de alocada juventudpara darse allí, entera,al goce dulce y sanode ésta vida efímera y terrenaque concediera Dios al ente humanopor mera gracia pleno...
Noche de plenilunio,primaveral y grata, en que las floresen el mes predecesor de Junio,con sus embriagadoresperfumes, nos regalay nos transporta, amable,por deliciosa y vehemente escalaa un tránsito admirable,que arroba dulcementedejándonos a veces extasiados...
Selene, sonriente,derrama hilos de perlas,que iluminan y dejan esplendenteaquel patio-jardín, para ofrecerlas,pródiga y complaciente,a la feliz parejaque, muda, irrumpe, allí a la sazónen ademán de incertidumbre y queja,porque su corazónes presa de tristezapor las contrariedades del amor.¡Tantas cosas fraguaba su cabezal...
El lindo surtidorde la tranquila fuente del jardínrompía aquel silencio encantador;y la pareja, al fin,en loco desvarío,se decide a la fuga y al azar...,o mútuamente a arrojarse al río,poro poder frustrarla vigilancia estrecha,la resuelta y tenaz oposiciónde sus progenitores, dura brechacontraria a su pasión...
Y ésta idílica y emotiva escenadel magnífico patio sevillanoy de noche tan plácida y serena,el misterio la encubre hacia lo humano.
6924na gattiDe la Academia Hispano Americana Zenith
TURROLATE
Caminos y Carreteras
—Oiga amigo, ¿usted irá mucho a la piscina?
—No señor, es que yo soy nativo de la Guinea.
Todos los caminos conducenindefectiblemente a un puntodeterminado. Son como unascintas largas y sinuosas, orilla-das por ribazos de vegetación.
Esto en los caminos, pero ¿ylas carreteras?
Cuestión aparte.Tenemos la «dicha» en An-
dalucía de poseer, las peorescarreteras de España. Todo sereduce a infinidad de señalesmarginales avisando «ipeli-gro!»; a reducir grasas en la pa-reja de tráfico que durante elservicio, en cuatro o más pun-tos a la vez, acaba desfallecida;y en pedruscos encalados porpeones camineros, verdaderoshéroes silenciosos del tráficoca rreteril.
El Ministro de Informacióny Turismo dicta órdenes muydignas en cuanto a preservan-cía de la vida humana se refie-re; pero ¿hay derecho a ignorarque en Andalucía—sobre todopor la provincia de Córdoba—el verdadero peligro del conduc-
tor está en la carretera y nó enla infracción de las órdenes gu-bernamentales?
Los asfaltos, hace tiempo de-jaron atrás la superficie bri-llante, para convertirse en ca-mino vecinal mal adoquinado;¡y si fuera sólo ésto! pero...¿puede haber regulación en eltráfico si su principal infractor,es la carretera?.
¿Quién puede tomar una cur-va siguiendo las normas regen-tes, si precisamente en el espa-cío clave de la susodicha curvafalta terreno firme y nos en-contramos de súbito con un ba-che de profunda y gran exten-sión? ¿Se evita la colisión o elaccidente?... ¡La muerte acechaen ambos casos!
Hace poco comentaba un ex-tranjero en una terraza de Cór-doba.
—A mí gustarme mucho Es-paña, pero no traer a familiapor temer accidente... !están lascarreteras tan malas!
He aquí, queridos lectores
Sí señor...
se combate el calor conbebidas refrescantes y*
en las piscinas, pero ade-más hace falta un lugarconfortable y fresco.
Este lo encontrará en la
1001.1111 LE casino
atendida por el
BAR-RESTAURANTE
XANIA
¡En el jardín, 89 está do maravilla!
y los precios son los másase4uibles de Priego.
una expansión extranjera qued,e b í a n conocer en ciertosorganismos ofíciales y que pordesgracia ¡no traspasa, la «ba-rrera del sonido»!
Es muy lamentable que en
pleno florecimiento «funcio-nal» de una Nación; cuandolos ojos del mundo entero ob-servan casi convencidos, del va-lar moral realizado para una
ascensión inverosímil, las ne-gligencias imperdonables de«satélites» sibaritas y comodo-nes den al traste con el esfuer-zo conseguido.
No pretendemos que se cons-truyan autopistas similares alas de Francia, Suiza, etc. puestra aspiración es más humilde...¡solo queremos carreteras trallastables, y nó, caminos veci-
nales!Carreteras admisibles para el
cruce de camiones con cargaequilibrada, sin temor a un des-prendimiento o algo análogo.
El vulgo tiene una expresiónharto significativa.. «¡más pan
y menos manteles!» y nosotrospodríamos decir analógicamen-te «!más acción y menos pa-labras!»
